Llega el día de la competición y llueve. La pista está mojada y sabes la cosa se va a poner fea. ¿Ya sabes cómo pilotar en una pista con lluvia?
Con la pista mojada la experiencia de conducción se vuelve totalmente distinta. El coche se desliza con cada movimiento brusco que hagas, así que tienes que asegurarte seguir algunas indicaciones básicas para que no parezca que estés practicando patinaje artístico:
Lo primero es antes de entrar a pista mirar y analizar por dónde están trazando los demás. Es muy importante saber dónde te vas a encontrar con agua, dónde puedes confiar más y qué zonas tienes que evitar.
Además, la pista con lluvia está viva, en una misma tanda la trazada puede haber cambiado dos veces por culpa del agua. Hay que estar atento y procurar estar absolutamente concentrado.
A la hora de trazar las curvas, hay que trazar en «V». Hay que llegar frenando con el coche en recto hacia el exterior de la curva, y luego encarar de golpe el morro hacia la salida de la curva para poder dar gas en recto lo más rápido posible.
En estas condiciones si aceleramos con el volante mínimamente girado nos aseguramos un buen trompo. Así que si lo que queremos es ir rápido, hay que acelerar con el coche absolutamente recto.
Por último, hay que procurar realizar cualquier acción sobre el coche mucho más suave de lo habitual. Acelerar, frenar y girar el volante requieren con lluvia un tacto y una suavidad superior.
Y tú, ¿Ya has probado a pilotar en una pista con lluvia? Pon a prueba tus reflejos cuando tengas tu oportunidad, seguro que pasas un rato muy divertido.
